Dulces Motolite, nuestra historia
Alicia del Casar González
Heredera de una tradición familiar única, ya en la niñez a Alicia le gustaba decorar los recortes de los bizcochos con un cartucho de merengue. Se formó durante tres años en la Escuela de Hostelería de Cartagena, pero donde realmente aprendió el oficio fue trabajando codo con codo con su tío Antonio, desde 2009.
La pastelería tradicional es su pasión. Y cada día lo plasma en las tartas y dulces que crea para sus clientes, siempre fiel el espíritu único de Motolite.
Aurelio del Casar González
Heredero de una tradición repostera centenaria y formado en Londres y en la escuela de Paco Torreblanca, Aurelio apuesta por la fusión de lo clásico y lo moderno.
Aunque ya con seis años Aurelio ayudaba en la pastelería familiar, tardó mucho en comprender que su destino era continuar el legado de Motolite. Una estancia en Londres en la que llegó a trabajar en el restaurante de Jamie Oliver más su participación en el curso de alta pastelería de Paco Torreblanca le ayudaron a fijar su objetivo: renovar la tradición que tan bien conocía añadiendo su propio componente de innovación.
Nuestra historia
La pastelería Motolite abrió sus puertas en Cehegín en 1888. ¿Soñaría entonces su fundador, Antonio González, que cinco generaciones después su familia seguiría consagrada a los dulces desde el amor a la tradición y con la mirada siempre puesta en el futuro? Tantas décadas de pasión y trabajo han ido dando forma a una manera única de vivir el oficio.
Hoy, los hermanos Aurelio y Alicia, dirigen el renovado negocio en un nuevo local en C/ Juan Ramón Jiménez 3 (Cehegín), con el sabor de siempre.